En el Día internacional de la Mujer es esencial conmemorar a las féminas deportistas que han roto barreras y han puesto en lo alto a su género en el deporte mundial como lo es el caso de Anita Carmona Ruiz, apodada como Veleta y que destacó y triunfó como mediocampista.
La talentosa española era oriunda de la ciudad de Málaga, la menor de cuatro hermanos que se había criado con su madre ama de casa y su padre un estibador del Puerto de Málaga.
En la época de los 30, el machismo y la discriminación de género estaba en la cúspide, no se permitía que la mujer vistiera corto y mucho menos jugara en la cancha con los varones. Sin embargo, Nita hizo caso omiso a los estereotipos y logró cumplir su sueño de debutar un partido a los 20 años.
Carmota se enfrentó a los señalamientos de la sociedad y soportó el desprecio de todo aquel que miraba con malos ojos a una mujer jugando con el balón porque se creía que su lugar era en el hogar.
La legendaria mujer también se expuso a graves sanciones y condenas que pudieron llevarla a la cárcel, aunque pudo mantener en secreto su identidad durante años.
La ex jugadora del Sporting de Málaga inició como ayudante del fisioterapeuta del equipo y después como encargada de lavar los uniformes del plantel. Posteriormente pudo obtener que le permitieran jugar algunos partidos siempre que fueran de visita porque de local su familia podría enterarse.
Veleta tuvo la complicidad de su abuela quien le ayudó a transformar su anatomía, con cortes de cabello y confecciones en su vestuario holgado para mostrar un aspecto de masculino.
Por otro lado, Anita no pudo ocultar la verdad todo el tiempo, los rivales en los duelos descubrieron que era mujer y no dudaron en delatarla ante las autoridades, por lo que no le quedó otra opción más que huir del pueblo evitando su arresto.
Ruiz murió muy joven a sus 32 años y su ultima petición fue cumplida: ser enterrada con la camisa del club con quien cumplió su más anhelado sueño que fue jugar fútbol.
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