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El partido entre el Betis y el Zenit de San Petersburgo, vuelta de la eliminatoria previa a los octavos de final de la Liga Europa fijado para las 2:00 pm (hora de Honduras) de este jueves en el estadio Benito Villamarín, sigue su normal programación y no corre peligro de suspensión, informaron fuentes del club sevillano en alusión a alguna alteración que se pudiera dar debido a la crisis bélica que se vive entre Ucrania y Rusia.
La expedición del equipo ruso está en la capital andaluza desde el miércoles e incluso por la tarde se ejercitó en el escenario del partido después de que el entrenador del Zenit, el ruso Sergei Semak, ofreciera la habitual conferencia de prensa previa al encuentro.
Junto a la delegación oficial del Zenit se han desplazado a Sevilla algo más de doscientos seguidores del equipo ruso con entradas, que son las vendidas por el Betis para la afición visitante, según los datos ofrecidos por la entidad verdiblanca.
Para este partido, declarado de 'alto riesgo' por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, se ha celebrado el jueves una reunión técnica en la Subdelegación del Gobierno en Sevilla para cerrar el dispositivo de seguridad, que cuenta con 750 personas.
A la reunión han asistido los representantes del Betis, así como los responsables de las distintas unidades que intervienen en los dispositivos de seguridad de los partidos, que corresponden a Policía Nacional, Policía Local y 061, además de más de 400 vigilantes de seguridad privada y auxiliares de servicio, informó la Subdelegación del Gobierno en un comunicado.
El escrito apunta que durante la noche del miércoles han estado en servicio, de forma preventiva, distintas unidades que integran el plan, como la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y de Atención al Ciudadano, con radios de acción en las zonas del distrito Sur y el barrio de Heliópolis -próximas al Villamarín-, así como efectivos de la Brigada Provincial de Información, que prestan especial atención a la presencia de grupos de seguidores de riesgo de los grupos ultras de ambos equipos.
Igualmente, se ha dispuesto un servicio de protección en los hoteles de concentración de ambos clubes y del trío arbitral, que también velará por la seguridad en los acompañamientos de los autobuses de los equipos hasta su llegada al estadio.
El Betis-Zenit llega al Villamarín tras el 2-3 a favor del equipo español en el partido de ida que se disputó el pasado jueves en San Petersburgo.
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