La Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) se reunió horas antes del partido entre el Motagua vs Cincinnati, el miércoles 19 de febrero, para analizar si se suspendería o no el juego.
El motivo de la decisión se basa en que la confederación estaba solicitando que a la hora de transmitir el partido las cámaras estuvieran desde el sector de Sol Centro, que no ha terminado de ser remodelado, para que así se reflejara el sector de Silla.
Sin embargo, Mario Moncada, titular de la Comisión Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Condepor) se negaba a cumplir la petición de Concacaf y al no existir las condiciones establecidas en el reglamento de competencia, el partido pudo suspenderse.
La reacción de la Condepor a lo ocurrido:
El Comisionado Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (CONDEPOR), Mario Moncada, ha lanzado una fuerte crítica contra los organizadores de la Liga de Campeones de Concacaf, asegurando que el verdadero problema detrás de la controversia con el Estadio Nacional Chelato Uclés no es la exigencia de publicidad gubernamental, sino la reducción de espacios para vallas publicitarias, lo que representaría una disminución de ingresos para los organizadores del torneo.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, dijo que el Estadio Nacional pertenece al pueblo hondureño y no a las élites, en respuesta a las acusaciones de que su administración buscaba promover propaganda del gobierno dentro del recinto deportivo. Con una serie de fotografías que evidencian los puntos de conflicto, dejó claro que el verdadero trasfondo del problema radica en intereses económicos de los organizadores.
El titular de CONDEPOR ha mantenido una postura firme en la administración de los escenarios deportivos nacionales, garantizando que se manejen con transparencia y en beneficio del pueblo hondureño.