En agosto de 2019, el mundo del fútbol y del deporte en general se vio profundamente conmocionado por la muerte de Xana Martínez, la hija de 9 años del entonces seleccionador de España, Luis Enrique.
La noticia fue confirmada por el propio entrenador a través de un comunicado oficial, en el que agradeció el apoyo recibido durante los meses más duros de su vida.
Xana falleció a causa de un osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo muy poco común, especialmente agresivo y de difícil tratamiento en niños.
Durante cinco intensos meses, la familia enfrentó la enfermedad con discreción, alejada de los medios, priorizando la salud y bienestar de la pequeña. Una etapa en la que el entrenador abandonó su cargo como entrenador.
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Esta fue su historia
Xana Martínez era la hija menor de Luis Enrique, exfutbolista y en ese momento DT de España. En el primer trimestre de 2019, cuando tenía apenas 9 años, le diagnosticaron un osteosarcoma, un tipo raro y agresivo de cáncer que afecta los huesos.
Luis Enrique comenzó a ausentarse de su cargo en la selección por “motivos personales”, sin dar detalles. En junio de ese año, anunció oficialmente que dejaba su puesto como seleccionador, pero sin explicar públicamente el verdadero motivo: estaba dedicándose por completo al cuidado y acompañamiento de su hija en su lucha contra el cáncer.
Durante cinco meses, la familia enfrentó la enfermedad con la mayor discreción, centrados en el tratamiento y en el bienestar de Xana. Pero el 29 de agosto de 2019, Luis Enrique compartió una desgarradora noticia: Xana había fallecido.
Desde entonces, en cada fecha especial, como su cumpleaños o aniversarios, Luis Enrique le dedica mensajes llenos de cariño, demostrando que su recuerdo sigue vivo.
¿Qué ha dicho Luis Enrique después de la muerte de su hija?
Tras la muerte de su hija, el hoy entrenador del PSG ha compartido públicamente su dolor y las lecciones que ha aprendido de esta tragedia. En diversas entrevistas y documentales, ha expresado cómo, a pesar del profundo sufrimiento, se considera "muy afortunado" por los nueve años que pasó junto a ella.
Ha enfatizado que, aunque Xana ya no esté físicamente, su presencia sigue viva en su familia a través de recuerdos, conversaciones y momentos compartidos.
Creando la Fundación Xana para apoyar a familias con niños que padecen enfermedades graves, brindando asistencia y apoyo en momentos tan difíciles como los que él y su familia vivieron.
En su documental "No tenemos ni p*** idea", el español profundiza en su proceso de duelo, compartiendo anécdotas personales y reflexiones sobre cómo ha integrado la memoria de Xana en su vida diaria.
Una de las historias más conmovedoras es cómo convenció a su madre de poner fotos de Xana en su casa, recordándole que "Xana sigue viva" en espíritu.
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