El Real Madrid, vigente campeón, dio un homenaje a la altura de la figura de Jesús Navas, que se despidió del fútbol en el estadio Santiago Bernabéu, y se lo regaló a sí mismo con su mejor juego en una primera parte arrolladora, para golear a un Sevilla endeble y seguir el ritmo que marca el Atlético de Madrid.
Así quedó la Tabla de Posiciones en España:
Lo que podía asomar como un partido complejo para el Real Madrid, con resaca de la Intercontinental, desgaste de viaje largo y poca preparación, lo convirtieron Mbappé y Fede Valverde en tarde plácida con dos zapatazos lejanos en apenas veinte minutos. El plan de un Sevilla armado, con intención de generar desequilibrio en velocidad al contragolpe, se desplomó desde su falta de contundencia defensiva.
Aún se sentía la emoción en un gesto repleto de señorío del madridismo con Jesús Navas. Leyenda del fútbol español al que el Santiago Bernabéu despidió en pie. Con pasillo y ovación eterna a uno de esos futbolistas que dejan un legado en su club y son ejemplo en cada estadio que pisó en dos décadas. Querido por todos, vivió su último día en un escenario a su altura tras la emoción de la despedida del Sánchez-Pizjuán.
Pero el Real Madrid no estaba para romanticismos. La necesidad de seguir el ritmo que exige el Atlético de Madrid. La oportunidad de marcar distancias al Barcelona por su mal momento liguero. Sin Vinícius, ahora sí, con la confianza que exhibe por ir acercándose cada día más a su verdadera identidad, Mbappé fue decisivo.