Italia recuperó un poco de la magia de la Eurocopa para batir 2-1 a Bélgica y lograr la tercera plaza de la Liga de Naciones, el domingo en el Juventus Stadium de Turín, aperitivo de la final que disputarán Francia y España en Milán a las 12:45 pm.
La campeona europea se impuso con un gol de Nicolo Barella, que disparó de volea (minuto 46), y un penal convertido por Domenico Berardi (64) que había provocado Federico Chiesa.
En los últimos minutos Italia se despistó en defensa y Bélgica tuvo varias ocasiones. En una de ellas el joven Charles de Ketelaere, de 20 años, acertó a pasar el balón por debajo de las piernas del arquero Gianluigi Donnarumma (86).
Como en los cuartos de final de la pasada Eurocopa, cuando la 'Nazionale' se impuso por el mismo marcador en el camino hacia su título continental en Wembley, la defensa belga sufrió ante la velocidad de los atacantes italianos.
En su estadio, el extremo de la Juventus Chiesa quería mostrar que es uno de los futbolistas del momento, pero no fue capaz de marcar en alguna de sus numerosas ocasiones.
Fue Barella el que lo consiguió con una volea tras un córner despejado al centro por la defensa belga.
Donnarumma, que venía de ser silbado por San Siro en la semifinal perdida el miércoles contra España (2-1), tuvo una tarde más tranquila.
Con el brazalete de capitán, el portero de 22 años del PSG mostró reflejos en dos disparos del central Toby Alderweireld (69 y 77).
Donnarumma, reconfortado
"¡Gigio! 'Gigio!", se escuchó desde la grada para levantar la moral del mejor jugador de la pasada Eurocopa, que había vivido una noche de pesadilla en su antiguo estadio.
Tras sufrir su primera derrota desde hacía más de tres años contra España, Italia consiguió lo que buscaba, un triunfo ante la primera nación de la clasificación FIFA que le permite consolidar su quinta plaza, con el objetivo de estar entre las siete primeras en abril para formar parte de las cabezas de serie en el sorteo del Mundial de Catar 2022.
Primero la Azzurra debe clasificarse: juega un partido decisivo ante Suiza el 12 de noviembre en Roma. El objetivo es ser primera de grupo y lograr el pase directamente, evitando la repesca, que en su caso fue fatal en 2017, ya que fue eliminada por Suecia y se quedó fuera de Rusia-2018.
Para el duelo contra Bélgica el seleccionador Roberto Mancini optó por rotar -Chiellini, Verratti, Jorginho e Insigne empezaron en el banquillo-.
Por los Diablos Rojos, su técnico Roberto Martínez renovó completamente su línea de ataque con respecto al equipo que perdió 3-2 ante Francia en semifinales tras llegar ganando 2-0 al minuto 60.
Con Romelu Lukaku y Eden Hazard descansando por molestias físicas, el técnico español dio entrada a Kevin De Bruyne en la última media hora.
El fino mediapunta del Manchester City asistió a De Ketelaere en el tanto belga, en un rapidísimo contraataque que evidenció que Italia no tiene la solidez que la llevó al título europeo.
Francia, vigente campeona mundial, y España pondrán el cierre a la segunda edición de la Liga de Naciones. La primera la ganó Portugal en 2019.
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