Levante y Real Madrid resolvieron con un empate a tres un encuentro trepidante en su segunda mitad en el que ambos equipos pudieron ganar y que acabó con Vezo como portero del equipo local tras la expulsión de Aitor Fernández en el minuto 87 con todos los cambios ya efectuados y con el brasileño Vinicius como gran protagonista de la remontada blanca con su doblete y con un golazo en los minutos finales que salvo un punto para los suyos.
El encuentro dio comienzo con el gol de Bale, marcado a los cinco minutos tras una jugada entre Alaba y Benzema, quien pasó el balón al galés para que marcara a placer.
Hasta el gol, ninguno de los dos equipos había propuesto un ritmo alto al juego. Tras el tanto, tampoco lo propusieron, el Madrid amparado en su ventaja y el Levante sin recursos para hacerlo.
Así, el fútbol fue insulso, con mucho centrocampismo y sin apenas llegadas a ambas porterías, ya que ninguno daba la sensación de tener recursos para sorprender a la defensa rival.
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Esa dinámica de juego se mantuvo al menos hasta la media hora del choque. A partir de entonces, el Real Madrid cobró protagonismo, se hizo con el balón e impidió que el Levante encontrara opciones para que Morales o de Frutos entraran por las bandas.
Sin embargo, ese fútbol-control, con Isco, Casemiro y Valverde como hombres con más presencia, no estuvo acompañado de aproximaciones peligrosas y la defensa local no tuvo problemas para abortarlas, por lo que el marcador no se movió.
Cuando sí que lo hizo fue a los treinta segundos de la reanudación en una combinación de casi todos los jugadores del Levante por el centro que Roger resolvió con un disparo que tocó Courtois y entró mansamente en la meta del equipo madrileño.
Lo que no había conseguido el Levante en 45 minutos, lo obtuvo en treinta segundos. Unos y otros volvían a empezar de cero, aunque con estados de ánimo distintos.
Prueba de ello fue el segundo tanto local en un excelente remate de Campaña a centro de De Frutos diez minutos después en un momento del encuentro en el que daba la sensación que los locales habían anestesiado al Real Madrid.
Tras el gol, triple cambio en el equipo de Carlo Ancelotti con Asensio, Rodrygo y Vinicius por Isco, Hazard y Bale, los dos últimos sin apenas presencia hasta entonces.
Para no perder, el Real Madrid necesitaba mostrar a partir de ese momento algo diferente a lo ofrecido hasta entonces ante un Levante al que los dos goles le habían dado mucha confianza y que se mostraba distinto al del tramo final del primer periodo.
Superado el ecuador de este periodo, el partido pasó a jugarse muy cerca de la meta de Aitor Fernández con largas posesiones de balón, pero poco remate y espacios para que el Levante pudiera hacerle daño.
Sin embargo, el gol del empate, obra de Vinicius, llegó, paradójicamente en un contragolpe, resuelto con mucha velocidad.
Poco tardaron las fuerzas en desnivelarse. En el saque de una falta, Róber Pier remató a bocajarro el 3-2, pero al poco tiempo llegó un golazo, el 3-3 obra de Vinicius, poco después de que Cantero enviara un balón al poste de la meta del Real Madrid.
La siguiente emoción llegó tras la expulsión por mano fuera del área de Aitor Fernández con los cinco cambios efectuados. Rubén Vezo pasó a ocupar la portería. El marcador no se movió.
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