El técnico español, Luis Enrique sufrió un fatídico accidente mientras paseaba en bicicleta, donde tuvo que ser internado de emergencia para atender sus fracturas y heridas sufridas.
Tras una larga recuperación, el asturiano tomó a todos por sorpresa al aparecer en el último entrenamiento del PSG con una imagen irreconocible tras las distintas intervenciones realizadas durante su incapacidad.
Lo primero que salta a la vista es su cabeza rapada y su brazo izquierdo en cabestrillo mientras se recupera en su totalidad de la fractura de la clavícula.
El técnico que le dio su primera Champions a los parisinos se le vio con la misma energía de siempre pese a lo que sufrió y dirigió sin muchas complicaciones la última práctica del equipo previo al duelo ante Lens por la Ligue 1.
Al ser consultado como estaba tomando esta situación, el español dio una muestra de resiliencia y sorprendió a los miembros de la prensa al confesar que lo lleva con normalidad y no se enfoca en lo negativo.
"Mi accidente no cambiará nada, estoy listo, puedo con todo. Sigo trabajando como siempre, solo es una limitación física. Siempre que pasa algo negativo en mi vida, trato de cambiar eso y ver las cosas positivas que me trae ese percance y en este momento veo muchas cosas positivas", expresó el técnico en conferencia de prensa.