El entrenador del Barça, Xavi Hernández, consideró que el partido de ida de dieciseisavos de final de la Liga Europa ante el Nápoles, que finalizó en empate (1-1), fue "para lograr como mínimo una victoria" y subrayó que "las sensaciones vuelven a ser muy buenas".
"Nos ha faltado el gol, como ya pasó ante el Espanyol. Para mí el partido ha sido excelente. La pena es que no hemos transformado en goles el dominio que hemos tenido. Hemos chutado más de veinte veces y hemos tenido seis o siete ocasiones muy claras", añadió en este sentido el técnico azulgrana en rueda de prensa.
El jugador que ha tenido más ocasiones de gol para el conjunto catalán ha sido Ferran Torres, quien ha sido el autor del tanto del empate. Pero el delantero español se ha ido del terreno de juego con lágrimas en los ojos fruto de la frustración generada por sus errores.
"En el vestuario hemos comentado que la camiseta del Barça pesa dos o tres quilos más que las otras. Ya le pasó al principio a Luis Suárez y después se convirtió en uno de los mejores goleadores de la historia del club. Estoy convencido de que Ferran dará muchas alegrías al Barça", aseguró Xavi.
E insistió: "No le afectará. Solo hay que ver cómo ha lanzado el penalti. Al final estaba cabreado consigo mismo, pero ya se le pasará".
Preguntado por la suplencia de Sergio Busquets, Xavi argumentó que el centrocampista "necesitaba descanso" teniendo en cuenta que el Barça tiene "partido el domingo (ante el Valencia en Liga) y el próximo jueves (la vuelta ante el Nápoles)".
Por otro lado, sobre los silbidos recibidos por Ousmane Dembélé cuando entró en el terreno de juego en el segundo tiempo, el técnico azulgrana bromeó diciendo que "el público" no le hizo "caso" después de que pidiera que eso no sucediera. "Pero la noticia es que al final los pitos se han transformado en aplausos. Ya le han pitado y ya está", sentenció. EFE
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