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'Mamá, no me engañés, pero… ¿algún día volverá Honduras a un Mundial?'

Jorge Fermán nos relata el dolor de un pequeño, que sufre, como todos, por el desastre de la H rumbo a Qatar.

'Mamá, no me engañés, pero… ¿algún día volverá Honduras a un Mundial?' El miembro de Deportes TVC comparte una interesante historia sobre la H. - Foto: Deportes TVC

El pequeño Alberto no puede más. Quiere explotar en llanto. El cipote está muy triste, desolado y no encuentra respuesta que lo haga sentir mejor.  

El partido entre Jamaica y Honduras en Kingston acaba de finalizar (ganaron los caribeños 2-1) y para él, como para todos los hondureños, la pesadilla finalizó sin novedades: viendo a la H caer nuevamente en la eliminatoria mundialista (fueron 10 derrotas en todo el proceso y apenas cuatro empates). 

Fue golpe tras golpe. Cada uno como una puñalada letal. El dolor y la desesperanza desaparecieron partido a partido. No hubo nunca motivos para recuperar la sonrisa y el aliento. La Selección, nuestra amada Bicolor nos rompió el corazón en un millón de pedazos una y otra vez, pero para el pequeño Alberto fue aún más devastador. 

El cipote trigueño de apenas 11 años (nació en el 2012), de ojos claros, flacucho y de labios grandes, quiere encontrar una explicación lógica a lo que ha pasado, pero le resulta imposible. Él, que también juega fútbol y tienen grandes condiciones, quisiera tener una varita mágica y cambiar ese fatídico andar de la H en la eliminatoria mundialista, pero ni él ni nadie pudo hacer nada. Por cierto, ‘Beto’, como le dicen sus aleros, es zurdito y tiene un talento natural increíble. 

Al finalizar la vergonzosa eliminatoria de Honduras, Alberto apagó su televisor y estaba incontrolable. Finalmente se desbordó en llanto, se quitó la camiseta blanca de la H que tenía puesta, pues a pesar de la decepción la usó en cada uno de los 14 partidos de la H rumbo a Qatar y siguió abatido llorando en una oscura esquina de su casa. 

Su mamá sufre con él y quisiera encontrar la manera de consolarlo, pero es imposible. El dolor de ‘Beto’ es demoledor. Seguramente ustedes que están leyendo estás líneas y son locos apasionados por el fútbol y por la H, se identifican con él. Yo sí. 

Alberto estaba pequeño cuando Honduras jugó su último mundial (Brasil 2014) y los únicos recuerdos que tiene son las historias que le cuentan en casa sobre cómo su mamá, que quebró unos platos cuando celebró aquel gol de Carlo Costly en Ecuador.  

También le han contado historias sobre aquella eliminatoria memorable que nos llevó al Mundial de Sudáfrica en el 2010, 28 años después de ausencia. Son solo recuerdos que recorren por su mente de un lado a otro. Su frustración es clara, aún no ha podido ver a su H en una Copa del Mundo. Cuando tenía ocho, se quedó con las ganas por culpa de Australia, que eliminó a Honduras en la repesca rumbo a Rusia 2018 ¿Y ahora? En la ruta hacia Qatar ni siquiera pudo celebrar un triunfo en todo el viaje clasificatorio. 

Su corazón está quebrado. No puede más. Apenas tiene fuerzas para soltarle una pregunta dolorosa a su madre: ‘mamá, no me engañés, pero… ¿algún día volverá Honduras a un Mundial? Para el 2026, ‘Beto’ tendrá ya 15 años y quizá su sueño se le cumpla, pero para eso, todos, absolutamente todos debemos buscar la fórmula para sacar al fútbol de nuestro país, de un hoyo profundo, que por ahora parece no tener salida. ¡Vamos cipote, recuperá la sonrisa, que la pelota nunca deja de rodar!  

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