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Un total de tres jugadores hondureños han tenido que regresar a la ciudad de Tegucigalpa luego de haber salido a El Progreso para unirse a las filas de su nuevo equipo en la Liga Nacional de Honduras.
Se trata de los jugadores Fabricio Galindo, José Sánchez y Juan Ramón Gómez, que pertenecen al Fútbol Club Motagua, y que fueron cedidos al Honduras Progreso para el torneo Clausura 2022-23.
De acuerdo a lo que informó Diario La Prensa, los jóvenes de 22 y 24 años fueron víctima de las garras de la delincuencia y pese a que ya se habían mudado a la ciudad del norte de Honduras
Hace unos días, Rigo Rivera de Deportes TVC, había recogido declaraciones de los tres jugadores que se sentían contentos por una oportunidad de poder sumar más minutos en la primera división.
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Sin embargo, un día después de presentarse a la pretemporada y ponerse a las ordenes del entrenador John Jairo López recibieron un mensaje de audio vía WhatsApp donde los estaban extorsionando.
En ese sentido tomaron la decisión de hacer maletas y regresar a la ciudad capital de Honduras. No obstante, los jugadores realizaron una denuncia ante las autoridades por el inesperado hecho.
Dichos jugadores mantienen contrato con el club capitalino pero en los planes del actual cuerpo técnico no está el hecho de que puedan tener minutos en el primer equipo.
Emilio Izaguirre, actual director deportivo, trabaja pensando a qué equipo enviará a los tres jugadores que esperan poder tener su futuro asegurado antes del 21 de enero, fecha de inicio del torneo.
En caso de que no puedan ser ubicados en ninguna plantilla, los jugadores hondureños podrían quedarse en las reservas o bien reforzar, cuando sea necesario, a la primera plantilla.
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