El Estadio Morazán de San Pedro Sula, que tiene grama híbrida en su superficie, está atento a la decisión que tome la Selección Nacional de Honduras de cara a los juegos de eliminatoria rumbo al Mundial de 2026.
Su más reciente partido obedece a aquel donde la H se impuso a México, por marcador de 2-0, en la ida de los cuartos de final de la Concacaf Liga de Naciones; ante un mar impresionante de hondureños en las graderías. Sin embargo, el estadio fue castigado porque un aficionado le lanzó una lata en la cabeza al entrenador de México, Javier Aguirre.
Ante ello, Honduras tuvo que jugar un partido en Tegucigalpa a puerta cerrada pero después disputó otro eliminatorio nuevamente en el Estadio Nacional Chelato Uclés de la capital hondureña. Pero en los últimos días, se ha conocido que la H disputaría dos partidos eliminatorios en San Pedro Sula.
"Si, ya está confirmado que tendremos dos partidos eliminatorios y aquí lo importante también es el poder económico de la ciudad y la pasión nuestra hacia el fútbol que nos marca mucho. El Morazán debe de ser el fortín de la selección nacional", dijo Roberto Contreras, alcalde de San Pedro Sula, a medios locales.
En ese sentido, el político aprovechó para adelantar cuándo se estaría construyendo la tan ansiada cuarta gradería en el estadio para que le de una mayor capacidad y otra cara a la instalación deportiva.
"Yo estimo que para el otro año nosotros podríamos dejar unos 60 u 80 millones de lempiras para ya arracancar el proyecto de construir la cuarta gradería, que podríamos construirla con fondos municipales o vía publicidad de las grandes compañías telefónicas", señaló.