Emerson Colindres, futbolista hondureño que residía en Estados Unidos, fue deportado el miércoles 18 de junio luego de que hace unas semanas, en una cita de rutina, fuera detenido por agentes de ICE en Cincinnati.
“Es devastador. Pero no nos rendiremos”, dijo a NBC News Johanna Froelicher, una profesora que tuvo a Colindres como alumno. La secretaria adjunta de asuntos públicos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, le dijo al medio que están "cumpliendo con el mandato del presidente Trump y del pueblo estadounidense de arrestar y deportar a los extranjeros indocumentados criminales para hacer que Estados Unidos sea seguro".
La fémina indicó que durante los primeros 100 días de la presidencia de Donald Trumo, el 75 por ciento de los inmigrantes arrestados tenían condenas o cargos pendientes. Sin embargo, Emerson Colindres no tenía nada de lo antes mencionado.
Telemundo explicó que, de acuerdo a un informe de prensa de Reuters, los principales cargos que componen el 39 por ciento de ese total fueron infracciones de tráfico o delitos relacionados con haber cuzado la frontera.
"Tenían órdenes finales de expulsión emitidas por un juez y no habían cumplido con esa orden. Si estás en el país de manera irregular y un juez ha ordenado tu expulsión, eso es precisamente lo que ocurrirá", dijo una miembro de DH.
¿Qué le pasó al futbolista hondureño?
Tras ser arrestado, Colindres fue llevado esposado a la cárcel del condado de Butler, donde el comisario Richard Jones indicó que alrededor de 450 inmigrantes detenidos estaban siendo retenidos después de que su oficina acordó colaborar en las políticas migratorias del Gobierno de Trump.
"Ninguno de nosotros, incluyendo su familia o equipo legal, ha sido informado de dónde fue llevado”, dijo Froelicher antes de que deportaran al joven, y fuera sacado de prisión, el pasado 17 de junio.
Jones indicó que Emerson Colindres nunca tuvo ningún problema legal, y que estaba tramitando su petición de permanecer en Estados Unidos, con un caso de inmigración abierto. “Tenía una orden judicial de un juez para ser deportado, y fue deportado”, contó.
Emerson había llegado a Estados Unidos en 2014 con su madre y su hermana en un momento en que muchas familias centroamericanas huían de la violencia de las pandillas y la pobreza extrema en sus países de origen.
Sus compañeros de equipo lamentan lo ocurrido
Sus compañeros de equipo en Cincinnati no podían creer lo que había pasado y lamentaron no pdoer graduarse con él. "Es uno de mis mejores amigos. Emerson siempre ha sido un tipo muy divertido. Nunca lo he visto de mal humor. Cada vez que estábamos juntos dentro o fuera del campo, siempre levantaba el ánimo de la gente y tenía una sonrisa en la cara. En general era muy buena persona y lo que está pasando ahora no está bien”, apuntó Alejandro Pepole, de 18 años, quien dijo que conoce a Colindres desde hace unos 10 años
Pepole contó que Colindres era una inspiración en el campo de fútbol. “Puede hacerlo todo como jugador. Nos ayuda a ganar partidos. Es el principal goleador. Controla el juego. Y, en general, es un buen líder de equipo”.
