El extremo hondureño, Luis Palma comenzó una nueva etapa en su carrera tras fichar por el Lech Poznan de la primera división de Polonia en donde buscará retomar su confianza y nivel para relanzarse como futbolista.
El catracho fue abordado por el medio polaco, Sportowy, que lo abordó en una entrevista con el objetivo que su nueva afición pudiera conocer más a profundidad a su refuerzo estrella.
¿Dónde estabas cuando te hablaron de la posibilidad de llegar aquí?
Estaba en mi casa con mi familia. Era una tarde calurosa en mi ciudad natal, La Ceiba, Honduras. Y bueno, me llamó mi agente. Me dijo que había la oportunidad de estar acá en Poznań. Bueno, me enviaron la información del club, todo. Me puse a verlo. Le comenté a mi familia de la oportunidad. Una buena oportunidad para mí para venir a jugar. Volver a retomar el cierto nivel que acostumbro tener. Me motivó que es el actual campeón. Que está peleando por cosas europeas. Y para mí, que un equipo tenga esa mentalidad o esa ambición de querer progresar en Europa. Es muy importante. Y bueno, me motivó.
¿Qué te motivó a aceptar la propuesta?
Sí, la verdad que el club, saber que un equipo campeón de un país se fija en mi persona para poder brindar un cierto nivel, cierto juego. Bueno, me motivó. Y bueno, ahora a disfrutar el momento que es aquí en Poznań. Con el club muy agradecido con ello.
¿A qué llegas al equipo?
Vengo a trabajar, a dar mi granito de arena, con mucha confianza de poder brindarle a mis compañeros también esa poca experiencia que tengo de jugar Champions. Y nada, ¿Qué te puedo decir? Este club está para pelear grandes cosas en Europa. Y bueno, todo va a ser el día a día.
¿Cómo fue tu infancia en La Ceiba?
La verdad que sí, es una ciudad caribeña. Este es mi ciudad natal, La Ceiba, Honduras. Mi infancia no fue la más linda tampoco, pero trabajamos, mi familia siempre me brindó el apoyo para poder cumplir mis sueños que hasta ahora, gracias a Dios, los he estado cumpliendo. Tanto de Honduras como de mi ciudad, es un país muy enriquecido en ciertas partes del turismo, en su vida, en su día a día. Yo estoy muy alegre de representar a Honduras, de representar a La Ceiba, y bueno, representar tanto lo que es mi residencial, mi colonia, como nosotros decimos, la canela, la suyapa, representar también orgullosamente a mi familia.
¿Es cierto que llegaste a vender frutas en la calle?
Sí. Eso fue en 2009, 2010 y 2011. En ese trayecto de esos años, no era profesional, jugaba solo por jugar, para ser, como decimos nosotros, para ser feliz, teníamos un balón. Pero sí, en los tiempos libres yo me iba con mi papá a vender lo que era frutas, verduras, vegetales, todo eso. Lo disfrutaba mucho. Sabía andar conociendo también lugares que nunca había conocido en mi ciudad. A la temprana edad conocí pueblos, aldeas muy, muy lindos. Estoy orgulloso de haberlo hecho también.
¿Recuerdas tus primeros tacos?
Eso me lo gané yo, como decimos. Recuerdo bien que mi mamá me compró mis primeros botines originales, que, digamos, 3,000 lempiras en Honduras eran casi 150 dólares, que en aquel año era mucho. Eso fue hace 15 años, me acuerdo bien, eso no lo olvido, de mi familia, que siempre estuvo ahí para darme el apoyo. Y por ello estoy agradecido con Dios y puedo recompensarlos.
¿Quién fue clave para que decidieras convertirte en jugador profesional?
Sí, la verdad que muchas personas se acercaban a mí, me decían que tenía una buena cualidad para jugar fútbol. Pero, sabes, a la edad de 11, 12 años, 13 años, siempre quiere jugar, pero para divertirte. Hasta que llegó un entrenador, que ahora lo considero como también una familia mía, que es el profesor Francisco Pavón, 'Chico' le decimos, él desde los 12, 13 años, me enseñó muchas cosas en el fútbol, él me abrió la mente de lo que podía hacer en el fútbol. Y bueno, también le doy gracias a ellos. Tampoco sin olvidar a muchos entrenadores que tuve en las categorías menores, que si te menciono, puedo olvidar a uno, entonces todos los que estuvieron en ese proceso formaron parte de este crecimiento que hasta ahora tengo.
¿Fue vital en tu crecimiento? ¿Creíste que llegarías tan lejos?
Claro, él siempre me regañaba. Si un entrenador no te regaña es porque no quiere lo mejor para ti. Entonces, en ese aspecto yo agradezco cada regaño, cada grito que pegaban hacia mí para poder crecer. Y bueno, hasta ahora lo he entendido. Te digo que eso fue a los 13, 14 años, y créeme que hace 10 años no tenía ni tampoco la mentalidad ni la idea que iba a estar hasta ahora aquí. De años atrás también cumplí sueños que de niño los miraba por la televisión que fue jugar Champions, de poder marcar en Champions League contra grandes equipos. Entonces, son sueños que al final uno dice, nunca los soñé, pero tampoco era algo imposible.
¿Qué cambios sentiste al llegar al fútbol europeo? ¿Cómo los manejas?
Cuando llegué al Celtic impacté rápido, entonces con eso viene lo de la fama y otras cosas que hay que saber manejar en ese aspecto. Tuve mis errores como persona y futbolista, siempre he dicho que primero soy persona y luego futbolista. Estuve con un psicólogo y ahora tengo que retomar las citas con él, me ayudó muchísimo en estos tres años que cambió todo en mi vida. Saber manejar la situación de la presión y la fama, lo trabajé con el psicólogo y es muy importante tener a alguien para contarle los problemas de casa y de fútbol, porque la gente puede ver un rostro alegre, pero nadie sabe lo que pasa por detrás de uno.