La vida le presentó al futbolista hondureño Roger Rojas una de las pruebas más difíciles cuando militaba en el Puntarenas de Costa Rica, algo que lo tomó por sorpresa y que tuvo que afrontar con valentía.
Y es que Rojas tuvo que colgar las botas de manera anticipada al darse cuenta que su salud estaba comprometida y que por recomendación médica lo ideal era que dejara el fútbol profesional.
El Roro se confesó respecto a la verdadera razón por la que tomó la dura determinación de no seguir jugando al fútbol en el inicio de una nueva aventura en Costa Rica.
"Fue el año pasado (2023), estaba con mi esposa en una cita para revisar los exámenes que me hacía siempre, cuando el doctor me dice: Roger, creo que tiene que parar, mi recomendación es que no siga más, sus dos riñones no le están trabajando al 100%. Yo como doctor y liguista le recomiendo que pare, tiene que hacerse un trasplante", comenzó diciendo Rojas en plática con Grupo OPSA.
Rojas confesó que fue una noticia devastadora para él y que realmente lo tomó por sorpresa luego de las primeras molestias que comenzaba a sentir por su padecimiento en los riñones.
"Sí fue impactante, no lo puedo negar que duele, porque de un día para otro que te digan 'no más', pero tuve la fortaleza espiritual y mental de que algún momento podía pasar eso porque a mí en Colombia se me detectó la enfermedad, pero no estaba delicado, estaba bien dentro de todo, me dijeron que me cuidara, que podía jugar perfectamente un año en Cartaginés sin ninguna complicación, jugué en Sporting (San José) sin tener ningún síntoma, nada", contó.
Es importante mencionar que Roger Rojas recibió la donación del riñón de su propio hermano Luis Rojas, que en un acto de amor y sacrificio permitió que el exdelantero hondureño pudiera salvar su vida tras el trasplante exitoso.
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