Desde Houston, Texas, un joven de raíces hondureñas está empezando a dejar huella en el fútbol juvenil de Estados Unidos. Rownell Mateo Lambert, de apenas 14 años, ya es una promesa destacada en la academia Challenge Soccer Club / Challenge United ECNL RL, donde juega como delantero centro.
El talento de Rownell no solo ha llamado la atención por su velocidad, olfato goleador y presencia en el área, sino también por el legado que lleva en su apellido: es hijo del fallecido Mateo Lambert, reconocido integrante de la famosa agrupación musical hondureña Kazzabe.

Su herencia musical y futbolística
Aunque su padre ya no está físicamente, Rownell honra su memoria en cada partido que juega. Su madre, Nancy García Benavides, estadounidense con raíces hondureñas en San Pedro Sula, es quien lo acompaña paso a paso en su carrera deportiva.
“Cada gol es para él”, dice el entorno cercano del joven, que no olvida su origen ni el sueño que lo impulsa: representar algún día a la Selección Nacional de Honduras.
Lambert juega como delantero 9 y destaca no solo por su potencia, sino por su madurez dentro del campo. Entrenadores de la academia en Houston han elogiado su disciplina, humildad y capacidad de liderazgo pese a su corta edad.

El entorno futbolístico en Texas es altamente competitivo, y Rownell no ha pasado desapercibido. Su perfil es seguido de cerca por observadores y clubes que ven en él a una futura figura centroamericana.
Rownell Mateo Lambert y un sueño como el de muchos
Historias como la de Rownell inspiran a miles de familias hondureñas que viven en Estados Unidos y que sueñan con ver a sus hijos triunfar, ya sea en el deporte, en las artes o en cualquier disciplina.
El legado de su padre, que hizo bailar a generaciones enteras con Kazzabe, ahora vive en los botines de este joven que, con cada gol, mantiene viva la pasión catracha y demuestra que los sueños no conocen fronteras.
