A pocas horas que se terminen las especulaciones y comiencen las demostraciones, bueno es compartir el ejercicio de evaluar y diagnosticar a cada uno de los protagonistas y aspirantes al primer título de la temporada de nuestro fútbol profesional.
Olimpia se perfila como el lógico favorito y el rival a vencer. Motagua aparece desafiando esa candidatura con el peso y la responsabilidad de haber terminado en la primera posición del trunco campeonato Clausura.
Los de Troglio están muy equilibrados cuantitativa y cualitativamente. Pueden jugar un partido con mucha intensidad con un nivel incluso superior al de nuestra Liga, o pueden armonizar una alineación capaz de exhibir en la cancha el llamado “fútbol champagne” , adjetivo que hoy identifica al viejo “jogo bonito” de los brasileños.
Motagua en cambio, está plenamente adherido al estilo que su entrenador impuso casi desde su llegada al cargo. No le sobrarán jugadores para “talentear” con varios sistemas o estrategias, ya que igual que Olimpia, el calendario le exigirá un doble esfuerzo por su participación en Concacaf.
Marathón y Real España parecen un poco distantes de la regularidad que los capitalinos pueden demostrar. Pero si llegan a las semifinales, la condición de local y visita (aún sin público) puede equilibrar las posibilidades.
Marathón fortaleció su sector defensivo y eso puede respaldar la permanente intención de su entrenador de buscar con afán el arco rival.
Real España confía en la continuidad y memoria colectiva de un sistema que mantendrá su estratega y que acentuará en su mensaje a un grupo que permanece casi inalterable, con el valor agregado que representa el talentoso Mario Martínez.
Vida y la UPN tendrán el sello de dos entrenadores que probablemente sean los mejores del país (no es poca cosa) pero que deberán luchar con límites indisimulables .
Platense, Honduras de El Progreso, Real de Minas y Real Sociedad deberán tener como prioridad sumar puntos, porque cada unidad parecerá de oro, en el momento de sumar las dos temporadas .