Fantasy HN
Óscar Moncada ya tiene 44 años y por ley, está muy cerca del retiro del arbitraje profesional, pues en el plano local, al cumplir 45 debe decir adiós de las canchas. Su largo recorrido en el fútbol nacional e internacional catapultaron como uno de los mejores de su rubro, pero el camino no ha sido fácil.
Moncada, hermano menor de Mario, su otro hermano que también se dedicó al arbitraje profesional, dice que en estos momentos debe prepararse mucho más para poder estar en un buen nivel y seguir compitiendo en lo más alto.
"A esta edad hay que cuidarse el doble para mantenerse bien. Cuando comencé el arbitraje era un filete, no tenía ni fuerza ni física", reflexionó.
Óscar ha tenido una carrera como árbitro muy buena. Su trabajo le ha permitido crecer e incluso, solo dedicarse a esto a pesar de las dificultades que deben enfrentar en nuestro país.
"Tengo siete años de vivir solo del arbitraje. Es sacrificado, demanda mucho, si sacas números, dos partidos al mes no te cuadran, se entiende porque no hay muchos juegos en la Liga. Esto es por pasión, que por otra cosa. Ganaba más en balística, pero no me arrepiento de nada", relata Óscar Moncada a Juan Carlos durante la entrevista Con Pineda Chacón.
Las otras facetas de Óscar Moncada...
Pero lejos del arbitraje profesional, Óscar Moncada antes de dedicarse a esta profesión, el juez central cuenta que, como muchos niños en Honduras, soñó con ser futbolista. "Jugué fútbol, comencé en las Ligas menores, soñando en llegar a Primera División. Era defensa central, como mi papá, a veces jugaba como contención, incluso había circunstancias y me tocaba ir adelante", explica.
Además de querer ser jugador de Liga Nacional, Óscar también se dedicó a otras cosas cuando era un cipote, pues siempre fue curioso e inquieto. "La juventud a uno le da oportunidades. Yo era un soñador, siempre lo he sido. Yo trabajaba en una llantera con mi hermano Mario, era empleado de él y un día me invitaron a un evento como modelo, decían que tenía buen cuerpo", recuerda con alegría.
Y prosigue: "Eso era un pecado en la casa porque había que quitarse la ropa y mami, me quitaba el apellido. Me fui al evento sin decirle a nada a nadie. Gané y ahí mismo me dijeron si quería participar en un Mr. Honduras. Fui valiente, me lancé con mi mochila, llegué a un hotel, varia gente me armó la ropa, ja, ja, ja. Quería vencer mis miedos".
Además, ya un poco más adulto, Moncada también se dedicó a trabajar en otros rubros bastante interesantes. "Comencé en medicina forense, en los laboratorios, estuve 12 años ahí. Controlaba y registraba toda la evidencia que entraba de los hechos delictivos. Después hice 7 años en balística, todo lo que tiene que ver con armas. Esa fue una de las áreas que más disfruté antes del arbitraje".
Además cuenta que también le ha gustado la agricultura, aunque no ha podido desarrollar esa pasión, pues no cuenta con tierras propias para hacerlo. También, en su momento, ya siendo árbitro internacional, Óscar confiesa que has le tocó trabajar en Estados Unidos armando techos de casas.
"Después de una Copa Oro fui a visitar a un amigo en Estados Unidos, él se dedica a poner techos, es lo más duro que he trabajado, con ese sol en Houston, ni quiera Dios. Ahí anduve en esos techos, no es fácil, pero lo hice".
Su sueño pendiente de cumplir
Óscar Moncada debutó en la Liga Nacional como árbitro profesional en el 2007. Dice que ese fue uno de sus mejores momentos, pero mucho más, un año después. "En el 2008 dirigí 17 de 18 partidos y sentí que estaba en mi mejor momento. He podido compartir con varias generaciones arbitrales".
Su vida como árbitro no ha sido fácil y es por eso que dice, que lo más duro es hoy, cuando quizá algunos ya no reconocen su labor y experiencia. "Es duro cuando ya no te valoran", advierte.
Sobre la presión permanente con la que viven los árbitros, Óscar Moncada cuenta que: "En mi caso, me cuesta dormir. A veces sí, pero no la paz, la tranquilidad. Uno es fuerte y va aprendiendo de los errores. Es duro. Cuando uno ve los programas, se nutre, ayuda a mejorar. Cuando lo vemos positivamente, ayuda mucha".
Además, reflexiona que: "En el campo internacional, sentimos el respeto que muchas veces no nos dan acá en la Liga local. Me tocó dirigir la final de la Liga de Campeones de la Concacaf (Chivas-Toronto). Nadie me dijo nada, se dedican a jugar"
Respecto a si siente que no pudo alcanzar alguno de sus objetivos en el arbitraje, Moncada asegura que: "El mundial era mi graduación, pero no lo pude lograr, la final de la Concachampions lo fue, lo tomé de esa manera".
Óscar Moncada, orgullo de Talanga, Francisco Morazán, asegura que está muy satisfecho por la carrera que ha hecho en el arbitraje y que espera dejar un legado.
Aquí la entrevista completa:
