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Brandon Smith, jugador profesional de rugby de Nueva Zelanda, le rompió el corazón un pequeño tras robarle su pelota el pasado fin de semana en el país de Oceanía.
El equipo de rugby de Melbourne Storm salió de su hotel de concentración rumbo a disputar su encuentro y un grupo de personas les hicieron una fila hasta la unidad en la que se iban a trasladar.
Uno de los fanáticos del equipo, el nieto del entrenador Craig Bellamy, se acercó al bus a darle apoyo cuando Smith decidió quitarle su paleta de dulce al pequeño creyendo que iba a ser divertido.
No obstante, lejos de reír el pequeño se puso a llorar y todo quedó grabado. Estas imágenes demuestran que la famosa frase “Tan fácil como robarle un dulce a un niño”, se puede comprobar pero sus resultados son inesperados.
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