Los Chiefs de Kansas City, actuales campeones del Super Bowl, corren el riesgo de perder para el juego de la edición 55 frente a los Tampa Bay Buccaneers al abierto Demarcus Robinson y al centro suplente Daniel Kilgore, debido a que tuvieron contactos con afectadas por la covid-19.
La edición 55 del Super Bowl se jugará el domingo 7 de febrero, por primera vez en su historia en la casa de uno de los equipos clasificados, en este caso la de los Chiefs, cuyo campo es el Raymond James Stadium, en Tampa (Florida).
Robinson y Kilgore podrían enfrentar a los Tampa Bay Buccaneers si completan cinco días seguidos con pruebas negativas.
"La NFL ha hecho un gran trabajo contra la covid-19, presentando diferentes aspectos de seguridad para que los jugadores se mantengan lo más seguros posible", declaró este lunes el entrenador en jefe de los Chiefs, Andy Reid.
"El problema es que estás luchando contra el hombre invisible. Simplemente te atrapa cuando menos lo esperas, y lo estamos viendo en todo. Es una cosa desafortunada", añadió.
Robinson, de 26 años, tuvo un récord personal de 45 recepciones para 466 yardas y tres 'touchdowns' esta temporada.
Kilgore, de 33 años, apareció en siete partidos, incluidos cuatro como titular, esta temporada, su primera con los Chiefs. El veterano de 10 años figura como centro suplente de Kansas City detrás de Austin Reiter.
"Estos jugadores estaban tan seguros como podían", comentó Reid. EFE
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