El niño afgano Murtaza Ahmadi, que había saltado a la fama cuando se tomó una foto con una bolsa de plástico con el nombre de Messi en 2016, se enfrenta junto a su familia a hechos que están fuera de sus manos.
En aquel momento, el pequeño se viralizó e hizo famoso al tal punto de llegar a conocer al jugador del Barcelona durante un amistoso que se desarrolló en Qatar y a la que Messi los invitó.
Dichas imágenes también se viralizaron en la red puesto que el jugador culé cumplió el sueño de un niño con limitaciones económicas. Tras el juego, Murtaza y su familia no volvieron a vivir una vida tan pacífica.
Sus padres comenzaron a recibir amenazas por parte de los Talibanes y además se creyó que recibirían apoyo económico de parte del 10 del equipo español; o migrar y ser refugiados en España tal como lo hizo Cristiano Ronaldo.
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El jugador portugués ayudó a un niño sirio para que junto a sus familiares abandonaran su nación y tuvieran mejor calidad de vida en España. La madre de Ahmadi confesó no haber recibido ni un centavo.
“Cuando fuimos a Doha a conocer a Messi pensamos que él sería como Ronaldo, pensamos que él podría hacer algo, no por mí, sino por Murtaza que es su gran fan, sin embargo él no hizo nada por Murtaza, comparado a lo que pudo haber hecho Ronaldo”, lamentó Arif Ahmadi, padre de niño.
De acuerdo a Bleacher Report, la familia tomó la decisión de sacar al niño, de nueve años, se su provincia de origen y llevarlo a Kabul, capital de Afganistán, donde reside con sus tíos.
Sin embargo, esa ciudad es un blanco potente de ataques terroristas y muy insegura lo que obliga al pequeño a vivir encerrad y exento de hacer nuevos amigos. Asimismo, siente temor de que los Talibanes secuestren al niño por haber sido invitado por Messi.
“Han dicho que si lo capturan, lo harán pedacitos”, declaró su madre con miedo, indicó el diario El País.
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