Son innumerables las consultas que recibo sobre el regreso de la Champions League de Concacaf, debido al marcado interés por el futuro de Olimpia en esta competencia.
Tras haber superado a Montreal Impact en Canadá antes de la pandemia, al club hondureño le queda pendiente el partido de vuelta, originalmente programado para San Pedro Sula.
La prolongada inactividad y el comienzo de los torneos de liga en todos los países del área, ha expuesto a la Confederación a la obligación de redefinir todo el calendario previsto.
La popular “Concachampions” debe reanudarse y ese es un imperativo ineludible en la responsabilidad de Montagliani y sus principales colaboradores, pues la FIFA realizará el Mundial de Clubes y allí deberá estar representada por el nuevo campeón.
La dilatada espera, que aún no tiene desenlace, tiene que aguardarse para los primeros días del entrante noviembre, y en ese sentido, se están manejando eventuales fechas que apuntan a diciembre y en una “burbuja” que podría ser Florida, Texas o California.
Las complicadas gestiones del canadiense se ven entorpecidas por los diferentes criterios e intereses de la televisión, pero sobretodo, de los clubes estadounidenses y mexicanos, que pretenden finalizar sus campeonatos antes que reanudar el certamen internacional.
Y en el medio de esos intereses está nuestro Olimpia, jugando la Liga Nacional y la Concacaf League frente al Managua FC de Nicaragua y esperando con poca influencia en la cúpula de Miami, las últimas jugadas de este intrincado match de ajedrez político-deportivo.
Si se confirma diciembre como fecha de definición de la Liga de Campeones, esperemos el origen de una nueva polémica y lucha de intereses vernáculos: la continuidad o no de las últimas jornadas de nuestro torneo doméstico.
Y sobre el tema, entendemos que será obligación de la Liga Nacional proteger y amparar los compromisos internacionales de su afiliado, aunque tengamos que esperar a enero para conocer quién levantará la copa del Apertura .