El Real Madrid se impone 2-1 en el clásico frente al Barcelona, aprovechando las salidas en velocidad al contragolpe, gracias al taconazo de Karim Benzema en el minuto 13 y el disparo de falta directa de Toni Kroos en el minuto 28 que tocó en la espalda de Sergiño Dest para colarse en la portería de Marc-André ter Stegen.
El partido empezó con ambos equipos midiéndose, yendo arriba a la presión, pero sin asumir riesgos, hasta que el conjunto azulgrana asumió el control de balón y los de Zinedine Zidane repitieron el plan contra el Liverpool de hacer daño al espacio.
La velocidad de Fede Valverde y Vinicius, respectivamente, provocaron los dos goles. El primero tras un gran recurso de tacón de Benzema después de adelantarse a Ronald Araujo en el primer palo.
El segundo en una falta provocada por el brasileño y tirada por Kroos, que tocó en la espalda de Dest, que dio la espalda al balón en un error imperdonable en la élite, y cambió por completo la trayectoria del esférico ante lo que nada pudieron hacer ni ter Stegen ni un Jordi Alba que intentó sacarlo bajo palos.
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