Fantasy HN
Toda historia de amor comienza con una promesa, una que hizo Tota Medina, quien a su llegada dijo que venía a Motagua para ponerse a trabajar, ese trabajo, ese esfuerzo, se vio recompensado con el título 18, uno que se engalana con un Toque de Rely, uno dedicado para aquellos seguidores del Azul profundo, los que creyeron en el equipo y su fe se transformó en metal, un metal preciosos forjado en una copa, símbolo del cariño entre equipo-afición.
Este Toque cuenta la historia de Rusbel Flores, quien personifica a Pecho, el águila mascota del Motagua. Él trabaja como repartidor, pero los días de partidos su amor por el Ciclón se impone, alza vuelo con su traje y se va a apoyar. En la final, no dejaron entrar su traje, aunque solo al comienzo, puesto que al pito del árbitro en el estadio Olímpico, levantó sus alas y celebró con el pueblo motagüense.
Maradiaga comparte imágenes de la euforia de afición de Motagua, una que sufrió pero al final levantó sus manos al cielo, para dar gracias por una nueva copa. Tres años esperaron en el Nido para ganar, pese a que la fe había decaído, el equipo les respondió nuevamente.
Además, se muestra un emotivo momento de Omar Elvir, quien comparte las cartas que sus hijas le redactaron antes de la final.
"Hasta que otro lo merezca, hasta que otro levante la copa, las noches de aquí en adelante serán Azul profundo". Con esta frase, Rely Maradiaga inmortaliza el momento que vive el Motagua tras ganar su título 18. Sin más dilación, les dejamos el Toque que conmemora el nuevo logro del Ciclón.
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